La naturaleza nos llama, susurra suaves invitaciones en cada hoja que se mueve y en cada brisa que acaricia nuestra piel. En este blog, te guiaremos por un sendero de descubrimiento y conexión, donde las posturas de yoga al aire libre se convierten en un portal hacia una relación más profunda con el entorno que nos rodea. Prepárate para sentir la tierra bajo tus pies y la energía vital que fluye a través de tu ser.
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Postura del árbol (Vrikshasana)
La postura del árbol, Vrikshasana, es una poderosa posición que fomenta el equilibrio y la estabilidad en el cuerpo y la mente. Al levantar un pie y colocarlo en el muslo interno de la pierna opuesta, nos encontramos desafiados a mantener una base sólida en un suelo firme.
También, al mantener las manos en posición de oración o extenderlas como ramas de árbol. Además, podemos experimentar una sensación de conexión con la naturaleza y la energía que nos rodea.
Mantener la mirada en un punto fijo nos ayuda a centrarnos y mantener el equilibrio. Alternar con la otra pierna nos brinda la oportunidad de equilibrar ambos lados del cuerpo y cultivar una sensación de armonía y estabilidad en nuestra práctica.
Postura de la montaña (Tadasana)
La postura de la montaña, Tadasana, es una posición fundamental que nos permite conectarnos con la energía terrenal. Al pararnos con los pies juntos o ligeramente separados, los brazos a los lados del cuerpo y las palmas hacia adelante, podemos experimentar una sensación de estabilidad y apertura.
Manteniendo una postura erguida, alargando la columna vertebral y sintiendo el contacto de nuestros pies con el suelo, nos sentimos arraigados y enraizados en el presente. Al respirar profundamente, nos permitimos disfrutar de la sensación de conexión con la tierra, permitiendo que su energía fluya a través de nosotros. En esta postura, nos convertimos en una montaña sólida y serena, recordando nuestra propia fuerza interna y estabilidad.
Postura del perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana)
La postura del perro boca abajo, Adho Mukha Svanasana, es una asana que proporciona un estiramiento completo y fortalecimiento de todo el cuerpo. Al adoptar la posición de tabla con las manos y los pies en el suelo, levantamos las caderas hacia arriba y hacia atrás, formando una “V” invertida con nuestro cuerpo.
Al respirar profundamente en esta postura, podemos relajar la cabeza y el cuello, permitiendo que la energía fluya libremente a través de nuestra columna vertebral. Además, el perro boca abajo es una de las posturas de yoga que nos invita a soltar la tensión y a encontrar un equilibrio entre fuerza y flexibilidad, mientras nos brinda una sensación de apertura y liberación.
Postura del niño (Balasana)
La postura del niño, Balasana, es una de las posturas de yoga que nos brinda la oportunidad de relajarnos y descansar. Para realizarla, nos arrodillamos en el suelo y nos sentamos sobre los talones. Luego, nos inclinamos hacia adelante y bajamos el torso entre los muslos. Extendemos los brazos hacia adelante o a lo largo del cuerpo, según lo que nos resulte más cómodo.
Al respirar profundamente en esta postura, podemos sentir cómo se estira suavemente nuestra espalda, liberando cualquier tensión acumulada. Por otra parte, el niño es una postura de descanso y rendición, permitiéndonos soltar y relajar tanto el cuerpo como la mente. En esta posición, encontramos un espacio de calma y quietud, donde podemos recargar nuestras energías y encontrar un momento de paz interior.
Postura de la cobra (Bhujangasana)
La postura de la cobra, Bhujangasana, es una asana que abre y fortalece el pecho, mientras nos conecta con la energía terrenal. Para practicarla, nos acostamos boca abajo con las piernas extendidas y las palmas de las manos debajo de los hombros. Al inhalar, levantamos suavemente el pecho del suelo, manteniendo las piernas y las caderas en contacto con el suelo. Estiramos los brazos y levantamos la mirada hacia adelante.
Mantenemos la postura durante unos segundos, permitiendo que el pecho se abra y se expanda. Luego, exhalamos lentamente mientras volvemos a la posición inicial. La cobra nos invita a abrirnos y elevarnos, al tiempo que nos mantiene conectados a la tierra. Esta es una de las posturas de yoga, en donde nos sentimos fortalecidos y abiertos, permitiendo que la energía fluya libremente a través de nuestro cuerpo. Nos conectamos con nuestra fuerza interna y experimentamos una sensación de apertura y vitalidad.
En conclusión, adaptar estas posturas a tu nivel de flexibilidad y escuchar a tu cuerpo en todo momento. Disfruta de la conexión con la naturaleza mientras practicas yoga al aire libre, aprovechando la tranquilidad y la belleza del entorno.
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